Muchas gazellas comienzan a correr muy motivadas, pensando “esta vez sí, esta vez voy a seguir adelante”. Pero es frecuente que poco a poco la motivación vaya bajando, que nos venza la pereza o que empecemos a encontrar excusas para no entrenar: hace calor, estoy cansada, tengo mogollón de cosas que hacer en casa…
¡Se acabó! ¡No más excusitis! Hoy vamos a darte 10 trucos para que construyas un buen hábito de entrenamiento que puedas mantener sin mucho esfuerzo en el tiempo. Toma nota.
Piensa en cuál es tu motivación
Una de las cosas más importantes cuando estás empezando, es encontrar un buen motivo que te ayude a no flaquear. Por eso, no vale elegir uno al tun-tun, ni subirte al carro de lo que otros runners hacen. Ten en cuenta que la motivación solo dura si parte de una necesidad y es a largo plazo. Si la motivación es puntual, como “parece que mola esto de correr” o “quiero que me quede mejor el bikini este verano”, probablemente en cuanto empiece a hacerse duro, lo dejarás. Busca algo que realmente necesites: más tiempo para ti misma, moverte más para mejorar tu salud, bajar tu peso si realmente está resultándote un problema, pasar más tiempo con tus amigas o compañeros de entrenamiento… (En otro artículo hablaremos de las ventajas de todos estos ejemplos para que te resulte más sencillo).
Elige objetivos modestos y celébralos cuando los consigas
Si te lanzas a hacer running el primer día diciendo “quiero correr 30 minutos seguidos”, pueden pasar dos cosas: que te frustres si no lo consigues o que te canses mucho y termines pensando que lo de correr no es para ti. ¿Nuestro consejo? Ve poco a poco, no hay prisa y para construir el hábito nada mejor que empezar planteándose objetivos pequeños, pero alcanzables. Por ejemplo, empieza proponiéndote correr un poquito 3 días esta semana y prométete un premio cuando lo consigas.
Elige un mantra motivacional
Un mantra es una frase corta que te inspira, te da energía en los momentos en los que te cueste seguir adelante o en los que te vence la pereza y te recuerda por qué decidiste salir a correr en primer lugar. Puedes escribirlo y ponerlo en algún sitio de tu casa donde los puedas ver todos los días. Es un truco que usan mucho los deportistas profesionales cuando se enfrentan a una prueba dura.
Hacerte un selfie después de cada entrenamiento te ayudará a celebrar cada paso y poder ver lo mucho que has avanzado
Compra ropa que te guste
Si estás deseando estrenar unas mallas nuevas, o un top que te encanta, será mucho más fácil levantarte por las mañanas y ponértelo para salir a correr.
Cambia las localizaciones
Correr por sitios diferentes de vez en cuando te ayudará a no aburrirte y a añadir el elemento “vamos a descubrir cosas nuevas” a tu entrenamiento.
Hazte una foto al final de cada entrenamiento
Piensa en lo que estás consiguiendo, sonríe y hazte un selfie. Puede parecer una tontería, pero cada vez que te entre la pereza podrás ver esos momentos en los que has conseguido lograr lo que te proponías, y querrás volver a sentir esa satisfacción.
Haz una playlist que te encante… y escúchala solo durante los entrenamientos
La música es un motivador natural, nos pone alegres y llenas de energía. Pero si escuchas las mismas canciones mientras vas al trabajo o paseas con tu perro, perderán ese efecto. Así que reserva esa playlist para tus momentos de esfuerzo.
Empieza a entrenar con una amiga o familiar
Si construís el hábito juntas, os será más difícil abandonarlo. Pero procura que esa persona tenga la misma forma física que tú, para no forzarte demasiado para intentar correr a su nivel.
La ropa de deporte tiene que estar lo más presente posible en tu rutina para que sea difícil «huir» de ella
Levántate de la cama y corre… ¡sin pensarlo!
Si dejas preparada tu ropa de entrenamiento del día anterior y las zapatillas al pie de la cama, por la mañana te será mucho más fácil calzarte sin pensar y salir a la calle.
No te quemes
Si notas que los entrenamientos están siendo demasiado duros para ti, o si estás fatigada durante el día, baja un poco la intensidad. El objetivo es que vayas a un ritmo en el que disfrutes, vayas mejorando poco a poco y puedas mantener a largo plazo. Pero si el entrenamiento te resulta más un castigo en vez de un momento para ti, puede que necesites relajarte un poco.
¿Qué dices? ¿Probamos estos 10 trucos para construir el hábito de correr poco a poco? Nada se pierde con intentarlo, gazella. Estamos seguros que si los pones todos en práctica, la próxima vez que decidas hacer running, será la vencida. ¡No más intentos fallidos!