La respuesta a todas estas preguntas es: ¡sí! Ejercitarnos no solo nos ayuda a lucir tipín, además y, sobre todo, conlleva un montón de ventajas para nuestra salud física y mental. ¿Y salir a correr también cuenta? Pues claro. El running es un deporte súper completo que nos ayudará a vernos y sentirnos mejor tanto por fuera como por dentro.
Y para que en tu próximo entrenamiento salgas con la energía a tope sabiendo lo bien que te sienta hacer running, hoy te vamos a contar todos los beneficios que tiene salir a correr para la salud. ¡Allá vamos!
Alarga la vida
Bueno, vamos a empezar por el beneficio más importante: los ejercicios de alta intensidad, como correr, alargan la vida. Investigaciones han demostrado que una vida activa con ejercicio intenso causa que tengamos un 13% menos de riesgo de mortalidad que una persona de la misma edad que no realiza ejercicio. Una de las razones, es que correr aumenta la capacidad respiratoria, que se traduce en una disminución proporcional del riesgo de mortalidad. Al aumentar la capacidad pulmonar, los órganos reciben mayor cantidad de oxígeno y sus funciones se optimizan.
Pero además de alarga la vida por mejorar el estado global de tus órganos, correr reduce el riesgo de padecer enfermedades, especialmente cuando envejezcamos.
Evita problemas cardíacos
Hacer running nos ayuda a tener tipazo, sí. Pero al reducir la grasa corporal, también reducimos la grasa alrededor de los órganos, incluido el corazón. Además, mejora la circulación de la sangre, disminuye la tensión arterial, aumentan los niveles de colesterol HDL (bueno) y reduce el LDL (el malo), y mejora la sensibilidad a la insulina. Todo esto, que ya te sonará, nos ayuda a prevenir problemas cardiovasculares, que provocan el 30% de la mortalidad en España.
Correr libera endorfinas, que nos ayudan directamente a luchar contra el estrés y la depresión
Aumenta la densidad ósea
Correr es uno de los deportes que más impacto tiene sobre los huesos. Como consecuencia, estos se endurecen y se hacen menos propensos a la osteoporosis. Puede que la osteoporosis ahora mismo te suene a mito, como a algo un poco lejano y no muy importante, pero en España afecta a 3,5 millones de personas, la mayoría mujeres. Y, aunque es una enfermedad silenciosa, causa mortalidad, ya que el 20% de las roturas de cadera en ancianos son fatales, así que tenemos que entrenar nuestros huesos para que soporten esas caídas.
Mejora el sistema inmunológico
El ejercicio, combinado con una buena alimentación y un buen descanso, es indispensable para mantener las infecciones a raya. Estos tres elementos ayudarán a tu cuerpo a fortalecer tus defensas, y a hacer que circulen a mayor velocidad por el torrente sanguíneo, atacando las infecciones con más eficacia. A largo plazo, la actividad física también retrasa el envejecimiento del sistema inmunitario.
Nos aleja de la diabetes
Varios estudios han relacionado una mayor actividad física con una disminución del riesgo de tener diabetes tipo II o incluso del síndrome metabólico ya que nos hace más sensibles a la insulina y mejora la acción de la glucosa.
Mejora la salud mental
No nos podemos olvidar de esta parte tan importante para la salud de cualquier gazella. Correr libera endorfinas, que nos ayudan directamente a luchar contra el estrés y la depresión, además de ayudarnos a mejorar nuestra autoestima. Además, al salvarnos del sedentarismo, nos evitará las molestias asociadas a este perjudicial modo de vida. Puede que esto no nos ayude directamente a vivir más, pero mejorará sin duda nuestra calidad de vida al aumentar nuestra felicidad.
¡No hay duda, gazellas! Salir a correr regularmente, además de ser divertido y relajante, tiene enormes ventajas que nos ayudarán a vivir más y mejor.
Eso sin dejar de lado que el running es un ejercicio fantástico para mantenernos siempre en forma y deshacernos de los kilitos de más. El trabajo aeróbico que se realiza durante una carrera hace que nuestro gasto calórico aumente ayudándonos a perder o a controlar el peso… siempre y cuando lo complementemos con una dieta sana y balanceada, claro. 😉
Así que, sola o acompañada, en la playa, en la ciudad o en medio de la montaña, ponte las zapatillas y ¡a correr!